Nosotros

Callís es una pastelería de tradición familiar chocolatera de más de 200 años de historia, situada en Olot, tierra volcánica de La Garrotxa.

Los orígenes se remontan a antes del 1816, cuando la primera de las 7 generaciones Callís que han estado al cargo abrieron sus puertas, en el Casco Antiguo, delante de la iglesia Sant Esteve. Los valores de la artesanía y la tradición han preservado. Dos siglos después Callís es referente en repostería de máxima calidad.

Y precisamente la calidad en la materia prima ha sido siempre el punto de partida, junto con la técnica y la experiencia de muchos años. La llama del horno de leña que aun perdura de la primera pastelería dota al producto dels sus aromas naturales. Y la dedicación, precisión y sensibilidad de Manel y su equipo otorgan un excelente e infalible equilibrio a las creaciones. El savoir faire de Mª Angels, Mireia & co hacen el resto.

Para más información: Callís es miembro de varias cooperativas y fincas individuales que cultivan granos de cacao en diferentes lugares del mundo, desde los acantilados de Madagascar hasta las exuberantes selvas tropicales de America Central.

Datos curiosos: El 'gegant' que figura en el escudo de Callís representa al bisabuelo de Manel, actual pastelero propietario al mando.

 

 

Experiencia